Lecturas tecnológicas

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Grandes descubrimientos: La piedra rosetta
¿Por qué una piedra revolucionó la Arqueología?

Los antiguos egipcios crearon la escritura jeroglífica 3000 años antes de Jesucristo. Se trataba de un lenguaje simbólico de signos y dibujos de indiscutible belleza y complejidad. Como este lenguaje se consideraba sagrado, sólo se usaba para escribir  textos religiosos y oficiales sobre las paredes de los templos, tumbas y monumentos. Únicamente los sacerdotes y escribas dominaban los jeroglíficos, así que el resto de los egipcios utilizaban otros tipos de escritura, como la hierática o la demótica, mucho más sencillas.
Los jeroglíficos se usaron durante muchos años, hasta que Egipto fue conquistado primero por los griegos en el siglo IV antes de Cristo, y después por los romanos. Con el paso del tiempo, la escritura jeroglífica cayó en el olvido y los mismos egipcios  desconocían su significado. De esta forma, las inscripciones del pasado se convirtieron en misteriosos textos que nadie sabía descifrar.
En 1799 las tropas de Napoleón se encontraban en Egipto. Por casualidad, un capitán del ejército francés que estaba dirigiendo la construcción de unas trincheras, encontró una piedra de basalto negra que tenía inscripciones en varios idiomas. Se encontró cerca de la localidad de Rosetta, y por eso así se la llamó.
Cuando los investigadores comenzaron a estudiarla, se dieron cuenta de que se trataba de un mismo texto escrito en jeroglífico, demótico y griego. Como el griego sí se podía traducir, comprobaron que había sido realizado en tiempos del rey de Egipto Ptolomeo V, en el año 196 a.C. A partir de este idioma, empezaron a comparar los tres textos para intentar descifrar los jeroglíficos, pero fue el joven lingüista y egiptólogo Jean – François Champollion, quien lo consiguió tras muchos años de intenso trabajo.
Desde entonces pudieron leerse miles de jeroglíficos del Antiguo Egipto y gracias a ellos descubrir mucha información acerca de esta fascinante civilización y sobre otras culturas de la Antigüedad.


La imprenta. La historia de las letras.


 Junto a la invención del papel en la Edad Media, los chinos dieron los primeros pasos a la invención de la imprenta, buscando un elemento a través del cual, en lugar de copiar escritos a mano, estos pudieran obtener muchas reproducciones iguales de una escrito original. La solución a la invención de la imprenta fue labrar los caracteres de una página sobre una plancha de madera, de manera tal que estas formas sobresalientes fueran entintadas y presionadas sobre las hojas de papel, un sistema similar a los sellos en la actualidad.
Algunos siglos más tarde, cada uno de estos signos era labrado en un trozo separado de madera, el cual se combinaba con otros para realizar expresiones; este sistema era mucho más rápido, aunque la gran cantidad de signos de la lengua china complicaba la situación. Utilizando estos métodos fueron impresos libros, calendarios y noticias.
Han sido muchos los estudios que se han llevado a cabo para saber si Gutenberg fue el verdadero responsable de la invención de la imprenta y de las letras móviles, muchos han concluido que no es así, algunos antecedentes aseguran que fueron los babilonios, quienes conocieron la impresión con sellos de arcilla. Los chinos, sobre el año 1041  también realizaron impresiones con este tipo de letras; por otra parte, en la Edad Media se hicieron grabado de páginas enteras utilizando los grabados de madera. El mérito indudable que sí le podemos atribuir es una mejora sustancial de todas las técnicas usadas hasta ese momento.
No se tiene claridad en la fecha de nacimiento del inventor alemán Johannes Gutenberg, quien nació en Maguncia, un pequeño poblado de Alemania, alrededor del año 1400
En su pueblo natal Gutenberg trabajó como orfebre, y se mudó al lado de su familia a Estrasburgo, lugar en el cual instaló una empresa de grabados de madera, el cual se constituiría en el primer paso para el desarrollo de su futuro legado.
Gutemberg se propuso hacer una copia de La Biblia en un tiempo mucho menor de lo que tardaba un monje copista en hacerlo a mano, técnica habitual para la duplicación de libros en esa época.
Pidió dinero prestado y confeccionó moldes de madera de cada una de las letras y posteriormente rellenó los moldes con plomo, creando los primeros tipos móviles y como plancha de impresión amoldó una vieja prensa de vino.
Lo que Gutemberg no calculó bien fue el tiempo y el dinero necesario para desarrollar su invento, así que tuvo que pedir prestado varias veces, lo que supuso que al final los prestamistas se quedasen con la propiedad de la sociedad creada para la explotación del invento.
La expansión de la Imprenta se debió a la rapidez de la ejecución de las copias, y al entregar el primer pedido de 150 Biblias comenzaron a obtener muchos pedidos.
Gutemberg fue acogido por el obispo de la ciudad, el único que reconoció su trabajo.

2 comentarios:

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  2. http://www.matemath.com/juegos1.php?cadena=1-3

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